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04/05/2024

Experimentan miedo al volar alrededor del 40% de estadounidenses

Redacción A21 / Lunes, 21 Agosto 2023 - 01:00
No existe una prueba diagnóstica específica para la aviofobia, ya que existen diversos desencadenantes

La aviofobia, también conocida como aerofobia o fobia a volar, es un temor que afecta a más personas de las que podríamos imaginar. Hasta el 40% de la población estadounidense experimenta algún grado de miedo al volar. 

Dentro de este grupo, un 2.5% sufre una forma más intensa denominada fobia clínica, que llega a ser tan abrumadora que las personas evitan completamente subirse a un avión.

La experiencia de volar agrupa diversas ansiedades y temores. Desde la claustrofobia hasta el miedo al secuestro, pasando por el riesgo de infecciones y la incomodidad de compartir espacio con desconocidos, todas estas preocupaciones pueden emerger durante un vuelo.

Además, existen otras fobias como el miedo a vomitar (emetofobia) y el miedo a las alturas (acrofobia) que también pueden estar ligadas a la aviofobia.

Es importante destacar el propio miedo intrínseco a volar. Las personas que sufren de aviofobia pueden temer diversos aspectos del vuelo, como el despegue, el aterrizaje y las turbulencias

Según la Clínica Cleveland, la mayoría de las personas con aviofobia no temen tanto que el avión se estrelle, sino que la anticipación del vuelo o incluso sólo pensar en volar puede desencadenar ataques de pánico y ansiedad.

La llegada al aeropuerto, ese lugar inquietante desde donde parten los vuelos, puede ser ya una experiencia agotadora. Por lo tanto, cuando las personas abordan, ya pueden estar cargadas de estrés. 

Un informe de una clínica de psicología en Long Island explica que en situaciones de estrés, la mente anhela el control, y estar a bordo de un avión lo priva a uno de ese control.

La experiencia de volar es muy diferente a viajar en tierra firme, donde puedes detenerte si te sientes incómodo. Incluso en una montaña rusa, la experiencia es efímera y sabes que puedes bajarte en cuestión de segundos. Sin embargo, cuando la mente entra en modo "lucha o huida" durante un vuelo, pueden desencadenar ataques de pánico.

Este informe también señala que, en última instancia, el control en estas situaciones es una ilusión. Parar el coche o bajarse de una atracción aterradora no garantiza seguridad total.

Para abordar estos miedos, la Clínica Cleveland establece que no existe una prueba diagnóstica específica para la aviofobia. La gestión y tratamiento dependen de varios factores, como la gravedad, los desencadenantes y las fobias subyacentes.

La Anxiety and Depression Association of America (ADAA) considera que enfrentar los desencadenantes es fundamental para superar las fobias. Evitarlos sólo perpetúa el temor. Un enfoque combinado de psicofarmacología y terapia de exposición gradual ha mostrado resultados positivos

La terapia cognitivo-conductual también se presenta como una opción efectiva, demostrando que las habilidades adquiridas en estas sesiones pueden llevar a una reducción sostenida de la ansiedad.

En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para aliviar síntomas como ansiedad y náuseas antes de volar. Sin embargo, es crucial consultar a un profesional y tener en cuenta que no son soluciones a largo plazo

En última instancia, el tratamiento y la superación de la aviofobia requieren un enfoque integral y personalizado que involucra diferentes técnicas y estrategias.

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